All of old. Nothing else ever. Ever tried. Ever failed. No matter. Try again. Fail again. Fail better.

Nothing else ever

Arquetipos

Inspirado por este grandioso artículo http://tabu.blogia.com/2007/080103-el-pedofilo-baboso.php traté de  recopilar, con ejemplos, los arquetipos más famosos, los lugares comunes más frecuentes, las imágenes más citadas sobre los pedófilos. Son, en todos los sentidos de la palabra, estereotipos, que nos alejan de la realidad, y por ello son dañinos. Mi objetivo es el siguiente: que al reconocerlos, sepamos evadirlos, esquivarlos, denunciarlos como lo que son, imágenes hechas y simplificadas que nos apartan de la realidad. Una cosa: vienen de todos los espectros.
 
 
Lamentablemente, no pudé completarlo, por falta de ganas y de material, así que quedó así, para que otro tome el trabajo ya hecho y trate de terminarlo.
 
 
El «violador serial sin remordimientos»: El Monstruo Total. Aunque no sea pedófilo, en Con-Air (película que por otra parte es un repertorio completísimo de estereotipos) aparece uno de estos Monstruos. Es evidente que en una obra de arte que lo incluya, jamás debe mostrar el más mínimo sentimiento o emoción.
 
 

El asesino de la increíble película de Fritz Lang


 
 

El «violador serial con remordimientos»: Ejemplo: El de M, el vampiro negro. A pesar de que no es un violador (o en ninguna parte de la película se lo trata como tal), es un asesino brutal de niñas. Lo pongo como ejemplo porque la película sería exactamente igual si hubiera sido un violador en vez de un asesino, así que realmente no hace la diferencia.
 
 

El «cura pederasta»: Imagen hecha al que nos han acostumbrado los medios masivos de comunicación. Seguramente es de derecha, seguramente apoyó la dictadura, sin duda es un reprimido, ni se discute que tiene varias perversiones sexuales. Por fuera parece afable pero moralizador, está en contra de los gays y de la “moral pervertida”, pero de puertas para adentros sodomiza niños. Es básicamente la variante clerical del punto XX.
 
 
El «pederasta recuperado”: El ejemplo arquetípico es Walter, de The Woodsman. Esta imagen vende la empatía que genera aquel que vence “a sus demonios internos” (perdón por hablar con lugares comunes). Es el “héroe de la vida”, aquel que era malo pero ya no, ahora es bueno. Es el recuperado, el que escaló la montaña, el que venció al mal, el que tuvo fuerza de voluntad. En una palabra: el que se integró a la sociedad.
 
 
El “tipo con una vida perfecta por fuera pero que esconde un oscuro secreto”: En Donny Darko, el escritor de libros de autoayuda aparentemente coleccionaba pornografía infantil. Es el típico pederasta que por fuera parece ser una persona inteligente, amable, divertida, pero que en la oscuridad de su habitación colecciona pornografía infantil o abusa de un niño. Esta imagen hecha se crea por antítesis: la perfección de la fachada es el reverso exacto del horror que se esconde detrás de ella (nótese que toda la oración pasada está escrito con lugares comunes).
 
 
El «que reprime sus ganas de violar niños»: Este es común. Según algunos, un pedófilo que no tiene sexo con niños es un “reprimido” que “contiene” sus ganas de salir a violar salvajemente a pequeños. Para los promotores de este arquetipo, las claves son dos: la “represión” (indicando que es algo en contra de la voluntad, y por tanto difícil) y, sobre todo, “aquello que se reprime”: las ganas de violar niños. En Canadá creo que hicieron una serie de televisión con uno de estos estereotipos.
 
 
El «que cae en la tentación»: Se relaciona con el anterior. Es básicamente, su extensión lógica. Para los que creen en el lugar común previo, un pedófilo es básicamente un reprimido, y de lo que se reprime, es de abusar de niños, y esta represión es muy difícil. Así que según esta imagen nada más natural que finalmente ceda y termine “cayendo en la tentación”.
 
 
El pedófilo «infantil» o «infantilizado»: El hombre-niño, que colecciona autitos de juguetes, álbumes de figuritas y ve canales infantiles. Inmaduro social, psicológica y emocionalmente, según el estereotipo probablemente sea una persona solitaria y tal vez haya sido abusada en la infancia.
 
 
El «enamorado de los niños» (el “child-lover”): Muchos defienden esta imagen hecha: la del pedófilo “platónico”, con un amor infantil, casi asexual, completamente desinteresado por los niños. Confunden “amor” con amor romántico (es decir, sexual). Proponen que los pedófilos verdaderos son los maestros de los niños, sus amantes o ambos.

Written by porlaverdad3

22/07/2011 a 10:51

Publicado en Mitos