All of old. Nothing else ever. Ever tried. Ever failed. No matter. Try again. Fail again. Fail better.

Nothing else ever

Archive for septiembre 2011

Psi

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La regla A dice: “No”.

La regla A1 dice: “La regla A no existe”.

La regla A2 dice: “No se discute acerca de la existencia o inexistencia de las reglas A, A1 y A2”.

Ronald Laing

But your eyes did sparkle more in the past

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Guter Junge (2008) es una mala película. Formalmente, la única crítica evidente que se le puede hacer es la manipuladora utilización de la música: cada escena “dramática”, cada “conflicto”, cada “escena reveladora” está señalada con flechas de colores mediante la utilización de una música que nos dice qué debemos sentir y pensar.

Más grave, es su tratamiento del tema que toca. Guter Junge habla sobre un adolescente que a los 17 años descubre que es pedófilo. A priori podría felicitarla por tocar el tema, pero lamentablemente, después de verla, no puedo hacerlo.

Guter Junge condensa en su apenas hora y media de duración, muchos de los estereotipos, prejuicios y generalizaciones de los que son víctimas los pedófilos. La película se centra en este chico de 17 años, Sven (increíblemente andrógino, por cierto) que se muda con su padre después de haber perdido a su mamá en un accidente. Conoce a un chico de 11 años del que se enamora, y drama ensues.

El pedófilo como “enfermo mental”, como “incapaz de controlarse”, como “retorcido y mentiroso”, todas esas imágenes están acá en la boca del padre, la “voz de la razón”, la “voz de la autoridad”, dada su posición sanguínea.

Las relaciones heterosexuales (la pareja del padre de Sven) como fuente de comfort y apoyo emocional contrapuestas a la supuesta atracción “enferma” de un pedófilo. Claro, la película se asegura de que los actos de Sven sean, indudablemente, dañinos e inaceptables, para de esa forma, lograr que la diferencia entre ambas atracciones sea más marcada. El adolescente es dibujado como un depredador (término que a los estadounidenses les encanta) que filma y engaña niños. Así es fácil “probar” la tesis de la película: que la pedofilia es una enfermedad y que los que la sufren son enfermos incapaces de controlarse. Más verdadero, más certero, hubiera sido mostrar al joven como capaz de controlarse, como consciente de sí mismo y de su deberes. No como un enfermo descontrolado, sino como alguien empático, digno.

No hay esas muestras de violencia brutal que tanto le gusta a las series yanquis cuando aparecen pedófilos, y por eso le agradecemos a la película, que es alemana. Más le agradecemos, que Sven no sea una caricatura, no sea un otro (el que sí es El Otro es un supuesto “seducidor de niños” que termina molido a golpes por el padre de aquel): en la película es un chico de 17 años completamente normal, pero que tiene algo “fallado”.

Borges dijo que a veces hay que leer ciento de páginas de un libro para encontrar una frase bella. Más allá de que la película caiga en los estereotipos del “pedófilo que no se puede controlar”, me gustó mucho la frase que el padre le dice a Sven en ocasión de su decimoctavo cumpleaños:

“But your eyes did sparkle more in the past”

Pueden bajarla de acá: http://thander-easton.blogspot.com/2011/04/guter-junge.html

Crítica (en alemán) http://www.kindern-eine-chance.de/artikel/guterjunge.htm

Androginus

Poderes psi

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El discurso psi (psicológico, psiquiátrico) sobre la pedofilia es completamente demencial. Está basado en una combinación inmejorable de ignorancia, prejuicios, errores de lógica, errores de método, errores conceptuales, errores de tipeos. Listar todos los errores de la “ciencia” psicológica en relación a la pedofilia sería muy largo, así que sólo voy a mencionar algunos:

 

1) El curioso método que utilizan estos profesionales para “conocer” sobre los “pedófilos” debería ser considerado como mínimo «curioso», para no tener que utilizar una mala palabra. Básicamente interrogan y examinan a una muestra de violadores de niños en prisión y generalizan sus resultados a todos los pedófilos. Así, interrogando a un violador de niños sadista concluyen que todos los pedófilos son violadores de niños sadistas. Lógica pura si las hay.

 

 

2) Su análisis es sesgado, parcial, incompleto intrínsecamente: sólo les importa, incluso definen a, los pedófilos que (cuando) cometieron un crimen, dejando completamente afuera de su pseudo-análisis a las miles de personas atraídas por los niños con vidas normales dentro de la ley. Desde el comienzo hablan de los pedófilos solamente en relación a los crímenes que algunos de estos cometieron, identificando una atracción sexual con un crimen. Ya desde el vamos toda opinión suya es sesgada, porque sólo está enfocada en los criminales.

 

 

3) Generalizan absurdamente. Ridículamente. Todo el tiempo. Hacen generalizaciones demenciales del estilo “los pedófilos son así o asá”, dejando implícito el “todos”. Creen que aquellos son una masa homogénea de individuos que piensan igual, se comportan igual, quieren lo mismo. Aunque no siempre lo digan explícitamente, en sus escritos aparece constantemente implícita la idea de la homogeneidad, la no-diferencia, la igualdad: un pedófilo es igual a otro. No hay diferencias. Ignoran o juegan a ignorar que cada persona es diferente a las demás y que no existen dos sentimientos, dos matices de sentimientos iguales. Incluso llegan a afirmar que existen dos (sí, 2) tipos de pedófilos: los “agresivos heterosexuales” y los “sentimentales homoeróticos” [sic]

 

 

4) Extraen conclusiones erróneas (o inaceptables como generalización) basándose en prejuicios o generalizaciones. Por ejemplo, del hecho de que los niños sean pequeños e indefensos concluyen que un pedófilo debe tener “un ansia de manipulación y domino sobre los más débiles” y no que, simplemente, es su orientación sexual. Esta herencia nefasta del psicoanálisis pervive todavía en los discursos sobre la pedofilia y antes llevaba el nombre del “tercer sexo”. Que les gusten los niños les permite concluir que son infantiles, inmaduros. Sólo les falta decir que tienen la “pulsión de muerte”.

 

 

5) Están convencidos de que para hablar sobre la pedofilia es indispensable no conversar JAMÁS con un pedófilo. Al menos con uno que no haya cometido ningún crimen y viva un vida normal (curiosamente, prefieren interrogar a criminales antes que a no criminales). Pueden escribir volúmenes enteros basándose exclusivamente en informaciones extraídas de violadores de niños, jamás de pedófilos (y lo que es peor, creen que son lo mismo). Pareciera que jamás, jamás se les hubiese ocurrido que para comprender la atracción por los niños, tal vez, en una de esas, sería necesario hablar con alguien que la tenga.

 

 

 

Obviamente, sería injusto que yo también generalizara y dijera que todos los psicólogos/psiquiatras son así.

La estupidez y Osvaldo Bayer

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La ignorancia es magnánima y no discrimina: puede afectar a un banquero de Wall Street tanto como a un anarquista de Buenos Aires.

 

Osvaldo Bayer embiste frecuentemente contra la iglesia católica desde Página/12, bajo una buena causa: la denuncia de los abusos sexuales cometidos contra niños. Eso está perfecto, lo que no se entiende es la imbecilidad, la ignorancia, de confundir abusos sexuales con pedofilia. Tal vez sea el ambiente cargado de estupidez del diario en el que croniquea, que escribe cosas como

 

“Entre las nuevas normas penales se incluye la ampliación del plazo legal de prescripción de delitos de pedofilia

 

“Ahora no protegerán a los pedófilos”

 

“La condena al arzobispo pedófilo”

 

“Golpe a la pedofilia” [sic] (pregunto yo: si capturan a un heterosexual que violaba mujeres, ¿eso constiuye un “golpe a la heterosexualidad”? ¿Qué sería un ‘golpe a la heterosexualidad’? ¿y un ‘golpe a la pedofilia’? ¿Si llegan a atrapar a los heterosexuales que violaban turistas, ¿eso sería un ‘golpe a la heterosexualidad’?)

 

“Una red de pedofilia menos”

 

“Una red social de pedófilos” (como Facebook, pero más p2)

 

 

Claro, estos discursos no son privativos del ’12, todo lo contrario: son ubicuos. Se los puede encontrar en el Clarín, CNN, Fox y radio planeta. Lo que molesta, lo que indigna, es que un diario pretendidamente “progresista” (acusación que nadie se le ocurriría imputar a Clarín o CNN) sea tan estúpido de mezclar pedofilia con abusos sexuales. Tan estúpido de usar “pederasta” como sinónimo de “pedófilo”. Tan increíblemente hijo de re contra re mil puta de criminalizar a las personas por su orientación sexual en vez de por sus actos.

 

 

Los pedófilos NO SON criminales. Una cosa es ser pedófilo y otra completamente diferente un criminal. La pedofilia se define como la ATRACCIÓN romántica por los niños. Del mismo modo que un heterosexual no tiene porqué ser un violador, un pedófilo no tiene porqué serlo tampoco.

 

La atracción sexual por los niños es una orientación sexual. No un crimen. En ningún país del mundo está castigado tener una orientación sexual distinta.

 

 

La mayoría de los pedófilos son personas decentes que jamás le harían daño a un niño. Nadie elige no poder sentir atracción por personas adultas. ¿Quién podría ELEGIR ser un paria? Una persona pedófila puede ser tan buena, tan digna, tan buscadora de proteger a la infancia como cualquier heterosexual u homosexual. Nadie se vuelve un “monstruo” por tener una orientación sexual diferente.

 

 

 

 

El punto de la cuestión es esta: Página 12 y Bayer al hablar de “delito de pedofilia” u hablar de pedófilos como criminales lo que hacen es discriminar a la gente: ¿acaso no es discriminación que te traten de violador cuando repudiás completamente cualquier acto de violencia? Lo que hacen es, de facto, criminalizar una condición: que ser pedófilo pase a ser, de facto, un “crimen” no contemplado por el código penal (como dije, en ningún país del mundo está prohibido ser pedófilo).

 

 

Pero tan grave como eso, al mismo nivel de gravedad, es la profunda demonización y denigración de las personas con esta atracción, que no la escogieron y que jamás le harían daño a nadie, pero que sin embargo tienen que soportar que ignorantes como Bayer y compañía hablen de ellos como criminales.

 

Si no confundimos homosexual con pedófilo, ¿porqué sí confunden pedófilo con abusador? ¿Acaso una confusión es inaceptable pero la otra está “perfecta”? ¿Acaso un tipo de discriminación está bien pero la otra no?

Written by porlaverdad3

10/09/2011 at 17:54

Publicado en Miscelanea

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Mitos, verdades, mitodades sobre la pedofilia

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Los pedófilos aman a los niños

 

Les excita la sensación de poder

 

Les gustan las bebés vestidas como prostitutas

 

Les gusta la inocencia

 

Quieren ver a los niños morirse

 

Quieren ver a los niños felices

 

“No cambian más salen de la cárcel y lo vuelven a hacer”

 

Acá hace falta mano dura

 

No hay que confundir pedófilo con violador

 

Son injustamente demonizados

 

Son justamente demonizados

 

Son reprimidos

 

Son progres

 

Revolucionarios

 

Monstruos

 

Sufren muchísimo

 

No tienen sentimientos

 

Son todos criminales

 

Son todos santos

 

Reaccionarios y de derecha católica

 

Anarco peronistas

 

Violados todos de chicos

 

Tienen una orientación sexual diferente

 

No se pueden controlar

 

Jamás le harían daño a un niño

 

Se pueden controlar

 

Saben que está mal y por eso lo hacen

 

Saben que está mal y por eso no lo hacen

 

Psicópatas

 

Sólo quieren violar chicos

 

Completamente normales

 

Completamente anormales

 

Sólo piensan en causar sufrimiento

 

Tienen tanta moral como cualquier otro

 

 

 

 

 

Es grotesco cuando la gente habla de cantidades absolutas: TODOS, NINGUNO, LA TOTALIDAD, NI UNO SOLO. Pero, en una de esas, más grotesco es cuando hablan en términos de sentimientos (o en su defecto, carencia de ellos) puros: AMOR, ODIO. MALDAD, BONDAD. AMOR PLATÓNICO, LUJURIA SEXUAL. Es grotesco porque esas cosas raramente existen en la realidad, y sin embargo las citan todo el tiempo, como si uno fuera capaz de vivir en un estado de amor o de odio continuo, permanente. Poca gente (por suerte) es absolutamente mala, y poca gente (lamentablemente) es absolutamente buena. La mayoría, los meros, insípidos y grises mortales no respondemos a esas categorías absolutas.

 

También me parece idiota formular un imaginario segmento recto que en una punta diga “BUENO” y en la otra “MALO” y marcar con una tiza una crucecita que diga que nos encontramos ahí (o que diga que creemos estar ahí). No digo que el mal y el bien no existan, sino que son ideas extremadamente cómodas (hay algunas ideas que son comodas como los sillones de la sala de estar, o como tomar un café con leche y facturas y tapado y un libro de Borges en la cama. En cambio hay otras que son peligrosas como vino y sandía, o incómodas y difíciles como decidirse ir al dentista) que utilizamos porque somos vagos, haraganes, desidiosos.

K-po

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La sátira no es menos convencional que un diálogo entre novios o que un soneto distinguido con la flor natural por José María Monner Sans. Su método es la intromisión de sofismas, su única ley la simultánea invención de buenas travesuras. Me olvidaba; tiene además la obligación de ser memorable.

(Borges)

Yo agregaría otra obligación: la de tener razón.

Written by porlaverdad3

02/09/2011 at 04:10

Publicado en Miscelanea